Una inercia que impedia todo lo propuesto,
que sofocaba el espacio,
alergiaba las razones,
pocas,
todas ellas,
entre sus finitudes y sinsentidos.
Y ella, pariendo el crepusculo.
La mirada perforadamente hundida en el vacío de la cama.
Como si algo los pudiera absolver de su sentencia.
... Y tomarse un barquito,
de esos que te llevan derechito a la mierda.
miércoles, 29 de julio de 2009
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2 comentarios:
La mierda siempre está relacionada con ir en esa dirección: "derecho", "estricto", todo encorsetado...¡puaj!
sí sí, tiene usté razón, es más, podríamos decir que irse derechito a la mierda es más o menos lo mismo que irse despacito al carajo, no? la prudencia, otra forma de ese camino hacia la mierda!
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